Probar a Dios

Ya lo decía Jesucristo. Dichosos los que crean sin ver, aquellos que no necesitan de prodigios y milagros, que no tientan a Dios...

En las reseñas periodísticas sobre la publicación de su libro “El gran diseño”, Stephen Hawking “asegura que Dios no es el creador del Universo, sino que tanto éste como otros muchos universos posibles surgieron de la nada”. Así, por generación espontánea.

En realidad, eso es lo que el periodista pone en boca de este hombre dotado de una inteligencia sobresaliente y un espíritu de lucha y superación encomiable. Personas en situaciones mucho menos adversas no han sido capaces de encontrar sentido a su dolorosa existencia y han reclamado el “derecho” a que alguien ponga fin a sus vidas...


No soy científico. En estos temas, como en muchos otros, sólo puedo guiarme por lo que otros más sabios dicen y muestran, por el sentido común —que es el menos común de los sentidos— y por la fe.

Al final, todo es una cuestión de fe. Porque las teorías sobre la creación del Universo son eso: teorías. La Ciencia prueba lo que puede ver y tocar. Cuando no puede probarlo, teoriza. Es decir, realiza actos de fe. Porque eso es lo que son en realidad las teorías científicas.

Ninguno de nosotros estuvo allí, en el principio de todo, para verlo. Y aunque hubiéramos estado, probablemente tampoco entenderíamos todos los mecanismos, fuerzas o alientos que pusieron en marcha el mundo.
El sentido común nos dice que de la nada no puede salir nada. Que pasar de la nada a algo exige “algo” más. Que siempre hay un antes y un después...

Es bueno que la Ciencia investigue y descubra las leyes que mueven el mundo... Pero, ¿por qué ese empeño en contraponerla muchas veces a Dios y la fe? ¿Acaso son incompatibles? ¿Y por qué los medios de comunicación destacan ese aspecto, siendo el libro mucho más amplio?

En el caso de los medios lo tengo claro: la confrontación vende, y los medios de comunicación hace tiempo que dejaron de dar y pasaron a vender noticias y opiniones... Que me perdonen por la generalización —que siempre es injusta— pero es así. Sé de lo que hablo.

Pero en el caso de científicos no termino de explicármelo. Porque una buena parte de los supuestos conocimientos científicos más actuales no dejan de ser meras teorías, creencias, suposiciones. En algunos casos, el tiempo y la investigación les dará la razón. Pero en otros, no. E incluso, algunas perdurarán como indemostrables...

¿Por qué tengo que creer en el poder curativo y preventivo de una aspirina y no en Dios? ¿Por qué elegir? ¿No puedo quedarme con los dos?

Don Stephen, con todo mi respeto y desde el atrevimiento que posibilita la ignorancia, disculpe, pero no estoy de acuerdo. Usted no habrá encontrado pruebas de la existencia de Dios, creador del Universo... Pero eso no significa que no exista y que no lo fuera...