Un blog para la crítica respetuosa, que deja lo políticamente correcto a un lado y que denuncia y pone el acento en oponerse a aquellas actitudes y opiniones que, a juicio de su autor, no respetan la dignidad y los valores humanos. Las personas siempre son dignas de todo respeto; las opiniones, no.
viernes, 24 de junio de 2011
La moda de ser anticlerical
Hace tiempo que le bajé del pedestal en que le había situado durante mi época estudiantil. Todo un padre de la Constitución: don Gregorio Peces Barba. En el fondo, las personas siempre terminamos siendo decepcionantes para alguien. Yo, el primero.
Lo cierto es que hace unos meses, Don Gregorio quiso sumarse —una vez más— abiertamente a la ola “anticatólica” que sopla desde hace años en nuestra sociedad y que en el siglo pasado llevó a más de uno a la muerte. Cuando el odio sopla nunca trae nada bueno.
Dice el señor Peces Barba que “España merece tener un poco de anticlericalismo”. Y no lo dice como un castigo que nos hemos “ganado” por nuestro comportamiento, sino como una bondad, como un deseo, como un consejo: como si ser anticlerical fuera bueno...
viernes, 17 de junio de 2011
Sacerdocio y política
Tras las elecciones del 22 de mayo ha saltado a los medios de comunicación el caso de un sacerdote de Orense que iba como número 2 en las listas del PSOE de su localidad y que ha sido suspendido del ejercicio de su oficio pastoral por el Obispado tras tomar posesión de su acta de concejal.
El debate está servido: si la Iglesia interviene en política, mal; si no lo hace, también mal...
En realidad, esta cuestión ya está superada, como muchas otras que todavía permanecen en el inconsciente político de este país. La política es la ciencia para el gobierno ciudadano, de la cosa pública. Todos tenemos derecho a intervenir “políticamente” en la gestión de nuestras cosas, incluida la Iglesia como institución y cada uno de sus miembros particularmente o en asociación.
viernes, 10 de junio de 2011
Indignación justificada
Hoy cuando escribo —9 de junio de 2011— sí encuentro verdaderas razones para indignarse. Y mucho. Lo cierto es que muchas personas comienzan a estar indignadas las unas con las otras... ¡Mala cosa! No porque no existan motivos, sino porque a este paso terminaremos a guantazos.
Pero a lo que iba.
Esta mañana un grupo de “indignados” ha pretendido boicotear la constitución de las Cortes Valencianas surgidas tras la celebración de elecciones absolutamente democráticas el pasado 22 de mayo. La Policía Nacional ha tenido que emplear la violencia para impedirles el acceso y disolverles.
viernes, 3 de junio de 2011
¡No a cualquier precio!
Entre los proyectos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad figura una ley para “construir una sociedad que no humille nadie” que, en palabras de la ministra de ese conglomerado —mezclar sanidad con política social y con igualdad me parece forzar en exceso el castellano— pretende que “nadie pueda sentirse humillado por razones de nacimiento, raza, sexo, convicción, discapacidad, edad, religión, identidad sexual o enfermedad”.
Encomiable fin para un proyecto llamado “ley de igualdad de trato y no discriminación”. El problema —problemas, porque hay más de uno— es el precio.
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