Un blog para la crítica respetuosa, que deja lo políticamente correcto a un lado y que denuncia y pone el acento en oponerse a aquellas actitudes y opiniones que, a juicio de su autor, no respetan la dignidad y los valores humanos. Las personas siempre son dignas de todo respeto; las opiniones, no.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Bocazas... y algo más


Mira que hay “tics” que no se curan, y personas que están mejor calladas. O quizá no, porque al hablar nos permiten conocerlas un poco mejor.

Primer invitado en esta fiesta: el actor Alberto San Juan. Como casi todos los artistas en este país —a los otros apenas se les escucha o no se les da “cancha” en los medios de comunicación, que también puede ser— no es un secreto su ideología política. Pero a veces esta militancia les hace soltar prendas como ésta: “No hay intelectuales de derechas”. No voy a entrar en debates sobre si el discurso entre derechas e izquierdas ya no es real, pero es que este señor, “hacedor” de cultura como les gusta presentarse, se ha cargado en cinco palabras a una buena parte de los intelectuales patrios —y extranjeros— que en la historia han sido, son y serán. O eso, o los ha afiliado a todos al partido socialista...

Segunda invitada: Isabel Preysler. Esta buena señora —que dentro de poco parecerá más joven que sus hijas— dice que en “casa lo estamos pasando mal por la crisis”. A lo mejor es verdad y van a ser desahuciados de un momento a otro. Pero si no es así, con el sufrimiento que nos rodea (el que vemos, y el que se oculta), decir que se aprieta el cinturón y que ahora gasta mucho menos que antes es una provocación. Tentar a Dios de paciencia, como dice mi suegra.

Tercer invitado: los editores de la revista Time. Estos señores han incorporado como candidatos a persona del año al robot espacial “Curiosity” —ése que deambula por las áridas estepas marcianas— y al “Bosón de Higgs”, esa partícula que nadie ha visto, pero que se supone que lo explica todo (aunque si así fuera no explicaría su propio origen, ¿no?) eliminando a Dios de cualquier ecuación. No sé lo que entenderán los señores del Time por “persona”, pero si quieren un candidato de carne y hueso, con inteligencia, sentimiento y alma, les propongo a este policía de Nueva York. Su ejemplo me resulta mucho más gratificante, más personal, más importante... ¡Y mucho más útil!

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