Un blog para la crítica respetuosa, que deja lo políticamente correcto a un lado y que denuncia y pone el acento en oponerse a aquellas actitudes y opiniones que, a juicio de su autor, no respetan la dignidad y los valores humanos. Las personas siempre son dignas de todo respeto; las opiniones, no.

viernes, 29 de julio de 2011

Aprovechados


Hace el líder del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, unas declaraciones a raíz de la matanza en Oslo practicada por una persona que se autodenomina como nacionalista y anti-islamista (resulta curioso que los medios de comunicación le definieran inmediatamente como fundamentalista cristiano, cuando él sólo utilizó los calificativos anteriores).

Pues bien, este señor —Tomás Gómez, no el terrorista noruego— ha aprovechado la situación para solicitar al Gobierno un mayor control sobre ciertos medios de comunicación que, desde la TDT, fomentan el odio y las ideologías de ultraderecha.


Dice este individuo que estamos “en riesgo” de que nos pasen cosas como éstas, “que no están tan lejos”. Afirma que “la obligación de los gobiernos es controlar cosas como éstas y el gobierno de la Comunidad de Madrid, en lugar de adjudicar TDT y dar instrumentos a la extrema derecha, debería de recortar estos instrumentos”, ya que de no hacerlo “las consecuencias pueden ser un desastre”.

Mire, don Tomás, que hable usted de que desde ciertos medios se fomente el odio cuando el gobierno de su partido ha auspiciado, tolerado o alentado acciones de grupos que, en nombre de la libertad, se han manifestado con la mayor de las intolerancias hacia quienes no comulgan con sus ideas, tiene guasa. ¿Le recuerdo los ataques a la libertad religiosa y de culto? ¿La campaña que los jóvenes de su partido y en su comunidad hicieron a favor del uso del preservativo utilizando una imagen que bien podría ser una consagración sustituyendo la forma sagrada por un condón? ¿Los llamamientos realizados al boicot a las visitas del Papa? ¿Las procesiones laicas con eslóganes blasfemos e hirientes? ¿Las profanaciones de capillas e iglesias? ¿Las pintadas —copia exacta de las que aparecieron poco antes de la Guerra Civil— en las paredes de templos?

¿Hace falta que le diga que su propio llamamiento destila odio y busca provocar la falsa conciencia entre sus votantes de que la derecha es mala, la derecha avanza y hay que parar a la derecha como sea?

Mire, señor Gómez: ultras hay en la derecha y en la izquierda pero, históricamente, los que han derivado en grupos terroristas han sido los de izquierdas. Le recuerdo que el arco político sobre el que se ha apoyado y apoya ETA es la izquierda abertxale. Que los GRAPO, eran de izquierdas y antifascistas. También lo fueron las Brigadas Rojas en el extranjero.

Tampoco es que las revoluciones violentas sean sólo cosa de la ultraderecha. La revolución rusa que acabó con una dinastía de zares para imponer otra de dictadores comunistas no fue de derechas, ¿vedad? Incluso e partido de Hitler —con el que accedió democráticamente al poder— era de izquierdas (el nacionalsocialismo). Y Fidel Castro —dechado de valores democráticos, donde los haya— no es de derechas.

Ningún extremo es bueno, estamos de acuerdo. Pero tampoco son necesariamente el demonio. Mire, por mucho que se diga —porque a algunos como a usted les interesa— las ideologías no matan: lo hacen las personas. Y siempre habrá seres humanos que encuentren cualquier excusa válida para acabar con la vida de otros. Sinceramente, da poco igual que se haga con la ley en la mano o en un acto terrorista. Matar está mal lo haga quien lo haga y por las razones que lo haga.

Lo que no tiene excusa tampoco, señor mío, es que aproveche usted un momento de tristeza y vergüenza para toda la raza humana, para clamar contra la libertad de expresión y de opinión.

Desgraciadamente, ser tolerante significa serlo también incluso con el intolerante. Y demócrata, dar incluso opciones a los no demócratas. Hacerlo de otra manera nos convierte en una pandilla de hipócritas que no tenemos reparo en colocarnos por encima de los principios que proclamamos defender.

No quisiera terminar sin unas palabras ya más referidas a los hechos acontecidos en Oslo.

¡Qué nadie intente buscar excusas y justificaciones porque no las hay! Y no las hay no porque sean 90 las víctimas: una sola bastaría para hacerlo injustificable.

¡Qué nadie busque razones en la inmigración y en la necesidad de preservar la identidad nacional, o en la falta de reciprocidad en los países árabes! Somos hijos de un mismo Dios, habitamos un mismo planeta, compartimos la misma atmósfera y no podemos comportarnos como otros lo harían, sino como debemos ética y moralmente hacerlo. Cuestión nuestra es convertir esa aparente debilidad en fortaleza.

¡Y qué nadie hable de fanatismo cristiano en esto! Porque si alguien es un cristiano fanático, jamás mataría, sino que se dejaría matar...

¡Qué Dios nos ayude, aunque sigan existiendo personas que se nieguen a recibir su auxilio! Más nos vale...

No hay comentarios:

Publicar un comentario