Un blog para la crítica respetuosa, que deja lo políticamente correcto a un lado y que denuncia y pone el acento en oponerse a aquellas actitudes y opiniones que, a juicio de su autor, no respetan la dignidad y los valores humanos. Las personas siempre son dignas de todo respeto; las opiniones, no.
viernes, 21 de diciembre de 2012
Tormentoso
Como mínimo. Escandalizados andan en un pueblo gallego los padres de los niños de catequesis de primera comunión porque las catequistas —religiosas, ellas— utilizan libros en los que se “reproducen escenas del Evangelio, historias de mártires ejemplares contemporáneos y la vida de algunos santos como San Josemaría Escrivá de Balaguer”. Imperdonable, oigan. Y que les menten a los niños el sentido del dolor y la expiación, más. Aunque sólo sea una breve parte del temario.
Querrán los padres, a lo mejor, que les mostraran a los niños una imagen de Jesús tocado con la boina del Ché Guevara, convertido en libertador y líder de los derechos humanos, y sin ninguna mención a su propio sacrificio, al amor por nosotros que le llevó a la muerte en Cruz para regalarnos la salvación...
Querrán los padres, quizá, que a los niños se les explique que Dios nos quiere felices —lo que es verdad— sin importar de qué modo, ahorrarles cualquier trauma o dolor que la idea de sacrificio y superación personal puedan conllevar. Querrán, parece ser, algo menos “tenebroso”, “tormentoso”, algo más idílico y fácil.
Y por eso, ni llevan a los niños a catequesis, ni ellos van a misa.
Si es que esta Iglesia nuestra no escarmienta. No es democrática, ni igualitaria, no se ajusta al sentir y vivir de sus miembros, ni a los tiempos que corren. Por eso no es de extrañar que una madre señale su frustración "porque soy católica pero esto no lo puedo consentir y ahora ya no sé si decirle que no creo en nada".
Es curioso observar cómo va calando, cómo la ausencia, la negación de Dios, y el relativismo van haciendo estragos. Tormentosos, claro... Como dice la voz popular, hay demasiados que no quieren cantar ni pueden “a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en la mar”. El problema es que Jesús es indivisible, y que nos salvó clavado en el madero, no andando sobre el mar.
viernes, 7 de diciembre de 2012
El fin del mundo
Apenas quedan unas semanas.
Según interpretan algunos a partir del estudio del calendario maya, éste tendrá lugar el próximo 21 de diciembre. Viernes y en vísperas de Navidad. O sea antes de fiestas... ¡Hay que tener narices!
Los hay que dicen que simplemente se pone el contador a cero y volvemos a contar. Vamos, que los mayas fueron incapaces de inventarse más “números” con los que seguir contando o que, simplemente, nunca pensaron que llegaríamos tan lejos. No se rían porque algo así les pasó a los primeros programadores que no previeron el cambio de siglo.
También los hay que aseguran —y esto ha calado en las conversaciones populares y mundanas, puedo dar fe— que la fecha significa un cambio, que a partir de ahí el mundo no acaba, pero sí será diferente a como lo conocemos. No me pregunten, porque no sé muy bien cómo será eso. Espero que no tengamos que andar boca abajo, porque esto del equilibrio no es lo mío.
Y si echamos un vistazo al mundo de la publicidad y el consumo, desde hace meses ya se nos viene advirtiendo y aconsejando: si llega el fin del mundo, que te pille de fiesta. Me viene a la cabeza un dicho en valenciano que me niego a reproducir, pero tampoco puedo resistirme a dejarlo caer. Les pongo solo las consonantes y ustedes rellenen el resto: f*ll**, f*ll**, q** *l m*n s’*c*b*. ¡Perdón por la zafiedad!
Miren, que el fin del mundo es una realidad que llegará a producirse algún día es algo más que un acto de fe. Así lo asegura la Biblia, pero también las probabilidades, nuestros conocimientos científicos en astrofísica, y hasta los profetas del calentamiento global. Que podamos fijar una fecha exacta —y tan cercana— es otro cantar.
Lo que me preocupa es que el Gobierno de los Estados Unidos haya tenido que salir en público a desmentir que el fin del mundo se vaya a producir en la fecha señalada. Me preocupa la arrogancia humana que esto significa. Me preocupa la necesidad y la confianza ciega que ponemos en aquéllos que no pueden ofrecer la seguridad completa. Me preocupa, simplemente, que hayamos olvidado y extirpado de nuestras vidas aquella coletilla que decía “si Dios quiere”...
Así que, hasta la semana que viene... ¡si Dios quiere!
viernes, 30 de noviembre de 2012
Bocazas... y algo más
Mira que hay “tics” que no se curan, y personas que están mejor calladas. O quizá no, porque al hablar nos permiten conocerlas un poco mejor.
Primer invitado en esta fiesta: el actor Alberto San Juan. Como casi todos los artistas en este país —a los otros apenas se les escucha o no se les da “cancha” en los medios de comunicación, que también puede ser— no es un secreto su ideología política. Pero a veces esta militancia les hace soltar prendas como ésta: “No hay intelectuales de derechas”. No voy a entrar en debates sobre si el discurso entre derechas e izquierdas ya no es real, pero es que este señor, “hacedor” de cultura como les gusta presentarse, se ha cargado en cinco palabras a una buena parte de los intelectuales patrios —y extranjeros— que en la historia han sido, son y serán. O eso, o los ha afiliado a todos al partido socialista...
Segunda invitada: Isabel Preysler. Esta buena señora —que dentro de poco parecerá más joven que sus hijas— dice que en “casa lo estamos pasando mal por la crisis”. A lo mejor es verdad y van a ser desahuciados de un momento a otro. Pero si no es así, con el sufrimiento que nos rodea (el que vemos, y el que se oculta), decir que se aprieta el cinturón y que ahora gasta mucho menos que antes es una provocación. Tentar a Dios de paciencia, como dice mi suegra.
Tercer invitado: los editores de la revista Time. Estos señores han incorporado como candidatos a persona del año al robot espacial “Curiosity” —ése que deambula por las áridas estepas marcianas— y al “Bosón de Higgs”, esa partícula que nadie ha visto, pero que se supone que lo explica todo (aunque si así fuera no explicaría su propio origen, ¿no?) eliminando a Dios de cualquier ecuación. No sé lo que entenderán los señores del Time por “persona”, pero si quieren un candidato de carne y hueso, con inteligencia, sentimiento y alma, les propongo a este policía de Nueva York. Su ejemplo me resulta mucho más gratificante, más personal, más importante... ¡Y mucho más útil!
viernes, 23 de noviembre de 2012
¿De quién te vas a fiar?
Si es que hasta Google se equivoca, o miente...
Resulta que durante décadas en mapas, cartas náuticas y fotografías una isla llamada Sandy ha habitado las aguas del sur del Pacífico. Incluso puede encontrarse en Google Earth. Pues hace unas semanas una expedición de científicos australianos pusieron rumbo a ella y, tras buscarla, no la encuentran. Puede que la isla se haya “esfumado” debido a algún fenómeno geológico. Los hay incluso (ver) que tantean la posibilidad de que se trate de la isla de la serie “Perdidos”, que era capaz de moverse en el tiempo y el espacio. Cabe la posibilidad de que los científicos sepan mucho de ciencia y nada de navegación. Pero también es posible que siempre estuviera mal situada y que el error se hay ido “copiando” de generación en generación. No recuerdo a quién leí la frase, pero siempre me pareció ingeniosa: “no es la historia la que se repite, sino los historiadores los que se plagian”.
Otros a los que también es para ponerles nota: unos economistas estudiosos acaban de hacer público un informe (ver) en el que afirman que, en el caso de los productos agrícolas, el productor se lleva casi la mitad del precio que paga el consumidor. Y uno, que es hijo de “agricultor a jornada parcial” recuerda a cuánto le pagaban a mi padre las mandarinas en el campo y a cuánto las vendían en el “súper” de la esquina, y no le salen las cuentas. Habría que ponerse de acuerdo en lo que estos señores estiman como “casi”. Y habría que matizar que precio bruto no es beneficio. Probablemente, el agricultor debería embolsarse bastante más que tres cuartas partes del precio final para que la suya fuese una actividad rentable. A fin de cuentas, sólo él corre con la incertidumbre del clima y demás plagas y enfermedades biológicas que pueden afectar a la cosecha. Ya les digo: con estudios así vamos a terminar teniendo que dar las gracias...
Otros que tampoco son de fiar son los gobiernos supranacionales. Entiéndanme: la Unión Europea o la ONU, y todos sus funcionarios cuyos sueldos no ser verán recortados.
Resulta que Eslovaquia, país de pleno derecho de la UE, quería estampar las imágenes de sus santos patronos —Cirilo y Metodio— en sus monedas de euro... Pues les han dicho que no pueden (ver). O por lo menos que retiren ciertos signos, como la aureolas sobre las cabezas de los santos. Y a éstos les pagamos el sueldo... Y no es bajo, precisamente. ¿Qué se puede esperar de quien reniega de sus raíces? Si ya hay pueblos en Bélgica y Dinamarca donde apenas se va a celebrar la Navidad, pero sí el Ramadán (ver).
En cuanto a la mención a la ONU, la alerta viene de Google, que es parte interesada, ciertamente.
La ONU tiene prevista una reunión de la UIT (Unión Internacional de las Telecomunicaciones) para el próximo mes de diciembre en la que, a puerta cerrada, representantes de los gobiernos miembros podrían renovar un tratado que regularía el desarrollo de Internet. También la Eurocámara (de nuevo, la UE) alerta sobre lo mismo (ver).
Que todos los gobiernos están interesados en controlar —regular, lo llaman ellos— Internet no es un secreto (ver). Los hay que lo hacen, o lo intentan en mayor o menor medida. Personalmente soy pesimista: tarde o temprano lo conseguirán... Pero que la UE, que en más de una ocasión y desde hace tiempo ha dado indicios suficientes sobre sus intenciones de controlar la Red (ver), o que Google, que controla prácticamente todo el mercado publicitario que alimenta económicamente Internet y que no siempre se ha portado bien (ver), sean los paladines frente a los gobiernos...
Así que, ya me dirán ustedes, de quién nos vamos a fiar a estas alturas y con la que está cayendo. Si al final el televisivo doctor House tendrá razón cuando decía que “todo el mundo miente”...
sábado, 10 de noviembre de 2012
No va bien, no
Algo no termina de ir del todo bien. Tengo a una persona muy cercana que, últimamente comienza a sentirse demasiadas veces "voz que clama en el desierto". Aunque, como él mismo reconoce, no llega a la altura de Juan el Bautista y se queda, como mucho, en "mosca cojonera".
Este conocido me relató cómo el pasado lunes, durante el rezo del Angelus en el lugar en que trabaja (no me negarán que no les doy pistas), entró un hombre de ésos que van por bares y terrazas dejando "papelitos" en los que comparten su propia tragedia personal y que luego pasan a recoger junto con algunas monedas que alguien les quiera dar. Precisamente, el Evangelio de ese día relataba la parábola de los invitados que se excusan para ir al banquete, mandando el señor que entrarán entonces los pobres...
El relato de mi amigo se debatía entre la indignación y el desasosiego. No porque aquel hombre hubiera osado interferir en el rezo diario a la Virgen, sino porque nadie, ni él mismo, fue capaz de acogerlo y escucharle al menos en ese mismo instante. En lugar de cruzar el hall en su búsqueda cuando fue invitado discretamente a abandonar el lugar, mi amigo lo hizo al terminar la oración, cuando -obviamente- no le encontró.
Aquel hombre se fue en silencio. No montó una escena. ¡Qué testimonio le dieron, le dimos, es otra cuestión! En realidad, es la cuestión. Dice este conocido mío que algo va mal cuando se nos llena la boca con "evangelización", pero no reconocemos a Dios cuando entra por la puerta. Podemos hacer muchas obras, y estar comprometidos en mil acciones (seguro que todos los que estaban aquella mañana trabajan por el Reino), pero fallamos cuando nos sorprenden, cuando Dios se sale del programa.
Y la verdad es que yo también comparto en buena medida su opinión... Un 70% de la población española se sigue reconociendo católica. El porcentaje disminuye al 20% si hablamos de práctica sacramental más o menos periódica. Es cierto que existen pequeños milagros anónimos y desapercibidos todos los días..., pero nos falta testimonio. Nos falta hablar con las manos, con los brazos, con las piernas, con el corazón, con el alma. Con el bolsillo, si es necesario, que lo es.
Y es que, aunque sólo fuéramos un 5%, como la levadura entre la masa, nuestro hacer debería dejarse notar. Algo no anda del todo bien cuando mi amigo me cuenta un caso en el que ocurre todo lo contrario.
Si la sal se vuelve insípida...
viernes, 2 de noviembre de 2012
Echar balones fuera
Los seres humanos, todos, tenemos especial facilidad para echar balones fuera cuando interesa, mirar hacia otro lado, eludir responsabilidades, denunciar palillos en ojos ajenos mientras una viga ocupa los nuestros...
Esta misma semana tenemos varios ejemplos...
El sindicato mayoritario entre los funcionarios —C-SIF— se ha manifestado en contra de apoyar la convocatoria de huelga general que han realizado los dos principales sindicatos españoles, CCOO y UGT. A estos últimos no les ha sentado muy bien y han arremetido contra aquéllos que han “osado” no secundarles porque consideran que la situación del país no puede permitirse otra huelga general. “Pseudosindicato de privilegiados” les han llegado a llamar. Y es que para algunos, el ejercicio de la libertad solo está legitimado cuando te lleva a hacer lo que ellos dicen, y pensar lo que ellos piensan...
Otro ejemplo... Hace unas semanas se destapó una trama mafiosa de blanqueo de dinero en el que estaban implicados comerciantes chinos, políticos y algún actor porno, del que no voy a dar el nombre por no hacerle publicidad, que es lo que pretende. Y es que ahora salta el buen señor y dice que hay otros implicados más importantes en la trama cuyos nombres se han ocultado, mientras que a él se le ha “crucificado”. Probablemente este señor esté habituado a competir por ver quién es el que la tiene más grande, pero ése no es el tema. Ni que haya otros implicados, ni que sean de mayor o menor enjundia. La cuestión es él. Si cometió un acto ilegal es un delincuente, con independencia de quienes fueran sus compañeros de aventuras. ¿Lo entiende usted? Un ladrón es un ladrón aunque esté rodeado de un millón de ellos. Lo suyo si es intentar ocultarse en la sospecha anónima...
Otro más... Desde hace tiempo corre por Internet una media-verdad. En versión resumida, para salir de la crisis hay que hacer como Islandia: encarcelar a los políticos responsables y no pagar la deuda pública. Algo hay, pero no siempre que la calle está mojada es porque ha llovido. De momento, nadie ha ido a la cárcel, y las deudas no sólo se han pagado, sino que el país fue rescatado con fondos del FMI. Apenas 2.500 millones de euros bastaron. La economía islandesa no da para más. Su población activa apenas alcanza las 200.000 personas. Lo curioso es que un partido político español está proponiendo que España deje de pagar su deuda. A eso le llamo yo ejercicio de la responsabilidad y ayudar a que sea cada vez más fácil y barato que nos presten dinero para salir de la crisis.
Daría para escribir demasiado, pero la deuda del Estado es consecuencia de la crisis, de haberla enfocado mal desde el principio. También es una de las causas —como el ladrillo— pero no la única, ni principal. Su eliminación no acabaría con el problema, aunque puede ayudar. Además, una buena parte de esa deuda está enterrada en los bolsillos de pequeños ahorradores —los grandes invierten en otras cosas— españoles que compraron letras, bonos y obligaciones. ¿Quiere este grupo político que no les devolvamos su dinero? Y otra parte importante consta en los activos de los bancos, que fueron “obligados” a comprarla con el dinero público que recibían para su saneamiento. ¿Tontería? Probablemente: el Estado les prestaba un dinero que luego les pedía prestado.
¿Se dan cuenta de lo que les digo? Hemos llegado a un punto en el que todo son derechos propios, responsabilidades ajenas y obligaciones públicas. Nadie asume su cuota de problema y de solución. Se grita, se reclama, se denuncia, se manifiesta, se exige...
Se echan balones fuera...
La verdad es que el sistema solo cambiará cuando cada persona cambie su sistema.
domingo, 28 de octubre de 2012
"Tutti fruti"
Pues eso... Un poco de todo.
Leo en prensa que la Policía ha detectado un aumento de hurtos y pequeños robos "de lujo". Los realizan jóvenes cuyos padres no pueden -o quieren- ofrecerles ciertos caprichos, para no quedarse descolgados de sus amigos. Smartphones y ropas de marca, los artículos más codiciados. Cuando tantas personas pasan hambre o dificultades para comer adecuadamente este tipo de acciones clama al cielo. ¿Hasta este punto hemos llegado? ¿En esta cultura hemos educado a nuestros jóvenes?¿Es éste el presente del futuro que nos espera?
Otra noticia: el Ministerio de Asuntos Exteriores, en estos tiempos de crisis, sigue financiando a una ONG que organiza "foros internacionales" en ciudades como La Paz, Quito o Lima, "a favor del aborto libre y gratuito". Hasta 7,3 millones de euros se nos van en estos proyectos que, por cierto, promueven un acto que no es legal en España. ¿Cuándo podremos escoger los ciudadanos en la casilla de "fines sociales" de la declaración de la Renta a qué tipo de fines o a qué ONGs queremos que se deriven nuestros impuestos? Y aún más: ¿cuándo podremos realizar nuestra "asignación tributaria" en cualquier momento y no sólo de forma ligada a la declaración de Renta? Sinceramente, no me gusta que ni un euro tributado con el sudor de mi frente vaya a parar a ciertas cosas y colectivos. Y es que, cuando se marcan los "fines sociales" uno le firma un cheque en blanco al Gobierno de turno para que reparta como quiera, mientras que con la casilla de la "Iglesia Católica", uno sabe a quién le va a dar el dinero y lo que va a hacer con él...
Y una más. El Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Peter Turkson, ha pedido disculpas por proyectar el video "Demografía musulmana" durante el Sínodo de los Obispos lo que desató cierta polémica en los medios de comunicación. En el video se hacía una proyección estadística de la composición de las sociedades occidentales dentro de unos años tomando en consideración sus tasas de natalidad. Quizá el Sínodo no era el foro adecuado para esto. Quizá las estimaciones contenidas en el video carezcan de una total exactitud o rigor, pero la tendencia es evidente, desde hace muchos años. Sinceramente, creo que nadie debería tener que pedir disculpas por decir la verdad, y más cuando ésta es objetivamente demostrable, siempre que se respeten las formas y a las personas. Quizá con exceso de alarmismo, pero el video retrata la posible sociedad que nos viene. No veo necesidad de disculpa...
Leo en prensa que la Policía ha detectado un aumento de hurtos y pequeños robos "de lujo". Los realizan jóvenes cuyos padres no pueden -o quieren- ofrecerles ciertos caprichos, para no quedarse descolgados de sus amigos. Smartphones y ropas de marca, los artículos más codiciados. Cuando tantas personas pasan hambre o dificultades para comer adecuadamente este tipo de acciones clama al cielo. ¿Hasta este punto hemos llegado? ¿En esta cultura hemos educado a nuestros jóvenes?¿Es éste el presente del futuro que nos espera?
Otra noticia: el Ministerio de Asuntos Exteriores, en estos tiempos de crisis, sigue financiando a una ONG que organiza "foros internacionales" en ciudades como La Paz, Quito o Lima, "a favor del aborto libre y gratuito". Hasta 7,3 millones de euros se nos van en estos proyectos que, por cierto, promueven un acto que no es legal en España. ¿Cuándo podremos escoger los ciudadanos en la casilla de "fines sociales" de la declaración de la Renta a qué tipo de fines o a qué ONGs queremos que se deriven nuestros impuestos? Y aún más: ¿cuándo podremos realizar nuestra "asignación tributaria" en cualquier momento y no sólo de forma ligada a la declaración de Renta? Sinceramente, no me gusta que ni un euro tributado con el sudor de mi frente vaya a parar a ciertas cosas y colectivos. Y es que, cuando se marcan los "fines sociales" uno le firma un cheque en blanco al Gobierno de turno para que reparta como quiera, mientras que con la casilla de la "Iglesia Católica", uno sabe a quién le va a dar el dinero y lo que va a hacer con él...
Y una más. El Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Cardenal Peter Turkson, ha pedido disculpas por proyectar el video "Demografía musulmana" durante el Sínodo de los Obispos lo que desató cierta polémica en los medios de comunicación. En el video se hacía una proyección estadística de la composición de las sociedades occidentales dentro de unos años tomando en consideración sus tasas de natalidad. Quizá el Sínodo no era el foro adecuado para esto. Quizá las estimaciones contenidas en el video carezcan de una total exactitud o rigor, pero la tendencia es evidente, desde hace muchos años. Sinceramente, creo que nadie debería tener que pedir disculpas por decir la verdad, y más cuando ésta es objetivamente demostrable, siempre que se respeten las formas y a las personas. Quizá con exceso de alarmismo, pero el video retrata la posible sociedad que nos viene. No veo necesidad de disculpa...
viernes, 19 de octubre de 2012
Tentaciones
De verdad que hay días —semanas, meses y hasta años, porque esto no es de ahora, sino que se viene gestando desde hace bastante tiempo— en que a uno le cuesta especialmente no caer en la tentación...
Me cuesta no caer en la tentación de explicarle a uno o varios señores de la Generalitat de Cataluña la diferencia entre legalidad jurídica —toda legalidad tiene que ser jurídica— y legitimidad democrática (que no legalidad). Las leyes están para cumplirlas. Todos, sin excepción. No se puede uno ir amparando en unas leyes para llamar a la desobediencia de otras leyes. Ése no es el camino.
Como tampoco es el camino —segunda tentación— que los padres se unan a una huelga de estudiantes y luego quieran desligarse de los desmanes, vandalismos y ataques injustificables que hacen algunos aprovechando el momento. Me cuesta en este caso resistirme a la tentación de explicarles el origen del concepto de huelga, pero es que ni padres ni alumnos son asalariados de la Enseñanza para poder llamar a esas cosas “huelga”...
Me cuesta también vencer la tentación de decirles a convocantes, agitadores y gente que aplaude, que los disturbios no son siempre cosa de exaltados aislados o de policías disfrazados. Que la exaltación se contagia de forma exponencial al número de personas y de soflamas incendiarias y viscerales. Me cuesta no decirles que el clima que están logrando ni beneficia a nadie, ni nos lleva a nada bueno. Me cuesta no señalarles con el dedo y hacerles responsables de lo que pasa y de lo que pase.
Me cuesta no caer en la tentación de decirle a las confederaciones de empresarios que, aunque puede que tengan razón, que hay demasiados empleados públicos y que, posiblemente el estatus de funcionario no debería ser vitalicio, no son ellos nadie para exigirlo mientras sigan cobrando subvenciones del Estado que les convierten —de alguna manera— en empleados públicos. Tampoco los sindicatos —que apenas se financian por las cuotas de sus afiliados— deberían sentar cátedra en este asunto.
Me cuesta no caer en la tentación de llamarnos a todos —salvo contadas excepciones— “hipócritas, sepulcros blanqueados”, porque solo saltamos cuando nos tocan, porque somos profundamente egoístas, porque solo exigimos soluciones y hemos olvidado la pregunta “¿qué puedo hacer yo para solucionarlo?”...
No es fácil no caer en la tentación, no... No les pido la absolución, pero perdónenme, porque he pecado.
domingo, 14 de octubre de 2012
¿En serio?
Disculpen el retraso. Últimamente no soy muy dueño de mi tiempo. Y además, sinceramente, todavía no me he repuesto de la conmoción...
Iba a escribir la columna cuando me sorprendió la noticia de la concesión del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea. Ha pasado tiempo suficiente para poder asegurar que no se trata de un error o de una broma. De mal gusto, en cualquier caso...
Conceder un premio del —cada vez menor— prestigio del Nobel a una organización gubernamental por mantener la paz entre los estados miembros suena a chiste. Es como dar un galardón a todas las familias —que son mayoría— porque sus miembros no se dedican a matarse. O ya puestos, a un gobierno por mantener la paz entre sus ciudadanos.
¡Oigan! Les pagan para eso. Y muy bien, por cierto. Nunca he creído que el trabajo bien hecho y remunerado deba ser galardonado. Reconocido y agradecido, sí. ¿Premiado? No. Las medallas no se deberían conceder por cumplir con un trabajo por el que además se cobra un salario...
Pero es que, además, la Unión Europea no solo se mostró incapaz de detener las matanzas y el genocidio en la antigua Yugoslavia —¿ya no la recuerdan— a orillas del Mediterráneo, sino que además su falta de unidad y criterio político propició la situación de odio y confrontación que vino después. En su momento, no todos los países hicieron frente común y así les fue a kosovares, bosnios, croatas y también serbios...
Tampoco existe un frente común ahora. Así que...
Claro que después de darle el mismo premio a un Obama recién elegido que todavía no había tenido tiempo para hacer nada de bueno o malo, no sé de qué me sorprendo. Igual si Alfred Nobel se levantara de la tumba no estaría muy de acuerdo con los últimos galardonados.
Porque lo grave es que con galardonados de esta estirpe —empleados públicos, al fin y al cabo— el premio que le concedieron a la Madre Teresa se desprestigia...
domingo, 7 de octubre de 2012
Huyendo de la enfermedad
Hay cosas que esta sociedad no ayuda a digerir bien. El cuidado de los enfermos crónicos con dolencias degenerativas es una de ellas....
Probablemente esté en nuestro instinto animal huir de la enfermedad (y de la muerte). También es cierto que el sufrimiento de un ser querido es más incomprensible, más difícil de aceptar. Y cuando ese sufrimiento implica, además, demencia, aún es peor de llevar.
Pero con todo ello, vivimos en un tipo de sociedad que no parece perdona estas situaciones. No es un problema de leyes de dependencia, ni de recortes. Tampoco del eterno debate sobre dónde están mejor cuidados nuestros mayores. La cuestión es que nuestro mundo hace muy difícil poder cuidar personalmente de ellos.
Y oigan.... Tras cinco noches de mal dormir, mal sentarse, duerme-vela y perder alguna vez los nervios porque no para de destapare, quitarse el oxígeno y arrancarse el gotero y hasta la vía, lo cierto es que no se me ocurre -hoy por hoy- mejor forma de devolverle a mi padre una mínima parte del amor que él me ha dado a lo lago de su vida, que pasando la noche -una tras otra- a los pies de su cama en el hospital.
El problema es que eso no es muy compatible con el trabajo, o al menos con el rendimiento en el mismo. Y a esto es a lo que me refería al decirle que esta sociedad no ayuda a sobrellevar la enfermedad crónica de un familiar.
Si dejas de trabajar, tarde o temprano dejarás de poder cuidarle. Si continúas trabajando, tarde o temprano tendrás que pagar a un extraño para que cuide de él. Y a veces, incluso, eso te puede costar más de lo que ganas. ¿Ven lo que les digo?
Tengo qué trabajar para poder cuidarle, pero si lo hago no puedo hacerlo. Tres o cuatro días los puede aguantar cualquiera, aunque hay quien no soporta ni el primero. Pero más allá de ahí existe una barrera física. Sencillamente el espíritu puede ser voluntarioso, pero el cuerpo débil.
Y además, esto nos brinda la excusa perfecta para no sufrir siendo testigos del sufrimiento, para no tener que compartirlo y aliviarlo.
Algo no anda bien entre nosotros cuando huimos de cambiar pañales de aquéllos que, en su día, cambiaron los nuestros cuando éramos niños. Y si nunca lo hicieron, tampoco es excusa...
viernes, 28 de septiembre de 2012
Incrédulo
No se corten. Cada vez confío menos en algunos de mis semejantes. A veces me parece descubrir oscuras intenciones, y otras inocencia desmesurada y enfermiza. Así que hoy déjenme sembrar dudas, dejar preguntas en el aire... Un pequeño salpicón de temas.
¿Qué es más legítimo? ¿Un parlamento —y un gobierno emanado del mismo— elegido en las urnas por todo español que quiso —o no quiso— ejercer su derecho al voto hace nueve meses, o un grupo más o menos numeroso de personas que se manifiesta pidiendo su dimisión diciendo que representan al pueblo español que, desde luego, ni les ha votado ni ha realizado ningún acto de delegación explícita? No niego razones para manifestarse, ni para el cabreo, pero ¿a cuál de los dos colectivos le hemos dado un mandato de representación? Personalmente, yo no aspiro a representar a nadie que no sea a mí mismo. Y, desde luego, no me siento representado por nadie a quien no le haya hecho delegación expresa de tal cosa. ¿A ustedes no les pasa lo mismo?
¿Todo vale? Leo aquí que una joven de veinte años subasta su virginidad en Internet para construir casas para los más pobres de su pueblo. Primero porque no termino de creérmelo, sobre todo después de leer que un cineasta australiano está rodando ya un documental. Y en segundo lugar, y más importante, ¿hasta qué punto esta oferta es moralmente aceptable? No vale una respuesta fácil. De alguna manera todos vendemos nuestro tiempo, cuerpo y mente a diario por un sueldo...
viernes, 21 de septiembre de 2012
Si eres cristiano, muestra tu fe
Será por la llegada del otoño, el acortamiento de los días, la crisis, el final de las vacaciones y cientos de cosas que, por prudencia, me callo. Son fechas propicias al desencanto. El cielo, que no escampa... La inevitable sensación de que nada cambia.
Será por eso que hoy prefiero cederle la palabra a alguien con mucha más autoridad que yo. Y que lo haga para “meterse” conmigo y con todos los que nos llamamos cristianos. Católicos, para más señas. Exceptuado algún santo en vida.
Decía el apóstol Santiago el pasado fin de semana: muestra tus obras y mostrarás tu fe... No es literal, pero sirve.
viernes, 14 de septiembre de 2012
Injustificable
Hacemos mal, muy mal, comprendiendo y justificando la violencia. Nos hemos acostumbrado en esta sociedad a ser especialmente comprensivos con ciertas sensibilidades, sobre todo cuando éstas tienen la costumbre de manifestarse violentamente cuando se sienten heridas.
Quede claro que no me parece bien ofender a nadie, y menos en sus creencias y sentimientos religiosos. Pero un vídeo, por muy blasfemo que sea, nunca puede justificar la violencia y la muerte. Dejemos atrás el discurso del “algo habrá hecho para merecer esto”. De apretar el gatillo solo es responsable, en última instancia, el que lo aprieta. Podrá encontrar todas las causas y excusas que quiera, pero al final uno es libre para hacer o no hacer. Esa libertad interior nadie se la puede arrebatar.
Eso no elude nuestras responsabilidades colectivas, cuando las haya. Instigar, apoyar, comprender, crear un clima... Pero también es responsabilidad colectiva no ceder al chantaje ni a la defensa igualitaria de todos los hombres y sensibilidades. No podemos mantener un doble rasero en la tolerancia de las ofensas en función de la costumbre del ofendido de mostrarse más o menos violento. No estamos en un patio de colegio, ni podemos tolerar comportamientos abusivos.
viernes, 10 de agosto de 2012
Lecciones, ni una...
El señor Garzón se resiste a pasar al olvido. Lo de este hombre ya no sé si es algún tipo de trastorno psicológico, pero su afán de protagonismo y, a veces, hasta su falta de respeto, son de nota.
Quizá sea un empezar muy fuerte Pido perdón por improperios y descalificaciones. Sinceramente. No quisiera ponerme a la altura de otros. Pero es que me saca de quicio el que una serie de personajes vengan dándonos “lecciones” cuando ni ellos ni su entorno cercano están limpios. El que no se haya dejado corromper nunca que tire la primera piedra. Y de paso, que presente su candidatura a los Oscars o a ser canonizado en vida, porque o es un santo de verdad, o miente como un bellaco.
Don Baltasar Garzón anda ahora diciendo por ahí que él es un exiliado del franquismo. No uno cualquiera, sino el último. Ahora comienzo a entender por qué tuvo que abrir una diligencia judicial para que le aseguraran que Franco había muerto.
Mire, señor Garzón, la mayor parte de los exiliados del franquismo tuvieron que salir de este país con el alma en un bolsillo y la nada en el otro. Y lo hicieron para salvar la vida, no para vivir de rentas. Eso ocurrió hace muchos años. Un poco de respeto, señor.
Porque exiliados son los que huyen de la guerra en los varios conflictos declarados o no que siembran este planeta de sangre a diario. Exiliados —a la otra vida— son los mártires de cualquier ideología o religión, que son asesinados por otros que odian la fe que profesan. Un poco de respeto, señor.
Y no nos venga dando lecciones. Como juez instructor era usted un desastre. Comparen las condenas de los grandes y mediáticos sumarios instruidos por Garzón y por los de otros jueces de la Audiencia Nacional. Y casi siempre por defectos formales o extralimitaciones legales como la que se demostró en su juicio y por la que fue condenado.
No nos dé lecciones. Nadie puede saltarse la ley. Y un juez, menos que nadie. Y no presuma tanto, porque de ser condenado por el caso de las “subvenciones” a cambio de favores del Santander se libró usted por prescripción, no por falta de pruebas. Simplemente, había pasado demasiado tiempo...
Disculpe, pero lecciones de usted, cero.
viernes, 27 de julio de 2012
Es momento para la calma... (y3)
Y por tercera y última semana, déjenme seguir hablando de recortes y de mantener la calma...
Y es que es francamente difícil aceptar que nos quiten algo cuando nos hemos acostumbrado a ello, cuando le asignamos la categoría de derecho —o conquista— no solo irrenunciable, sino innegociable.
Les decía la semana pasada que las cosas son como son y no como queremos. Y de verdad, dejen para otro momento dichos y fórmulas ocurrentes y demás variantes sobre lo de que querer es poder. La misma frase que nos puede llevar a avanzar y alcanzar metas en algunas circunstancias, nos puede despeñar al abismo si elegimos mal el momento y el lugar. No hablo de renunciar a ideales. Hablo de atemperarlos a nuestro paso y situación reales.
Insisto: es un problema de aceptar la realidad. De no mentir.
viernes, 20 de julio de 2012
Es momento para la calma... (2)
Les hacía la semana pasada un llamamiento a la calma y, sobre todo, a discernir datos e informaciones ciertas de bulos y mentiras descaradas. Y es que antes de buscar árboles y comprar sogas para ahorcar a los culpables, deberíamos intentar comprender realmente qué es lo que está pasando. Quizá porque eso nos permita darnos cuenta de las verdaderas causas, encontrar y asignar las responsabilidades y culpabilidades adecuadamente y, sobre todo, hallar y aplicar las soluciones más justas posibles. Ya les avanzo que todo, probablemente, no va a poder ser.
Comencemos aceptando la realidad y no perdiéndonos en lo que se hizo o se debió hacer. Me temo que, pese a los esfuerzos hasta ahora, la situación tiene un resumen fácil: no hay dinero. No crean a quien les diga lo contrario, porque les está mintiendo. El Estado ingresa 8 y se gasta 10. Y esto desde hace muchísimo tiempo y en mayor desproporción hasta hace un par de años. Los dos que hoy necesita para cubrir gastos ha de pedirlos prestados, pero como ya debemos 100 y para devolver esa cantidad llevamos 30 años pidiendo prestado, nadie quiere dejarnos dinero, o se prestan a hacerlo con intereses de auténtica usura. Sé que es más complicado, pero creo que el modelo sirve.
viernes, 13 de julio de 2012
Es momento para la calma... (1)
Soy novato en esto de las redes sociales, así que no puedo comparar. También puede ocurrir que todos mis conocidos en estos ambientes sean mayoritariamente de una posición política (o contrarios a una). El caso es que llevamos ya unos meses de mensajes incendiarios, algunos medianamente bien razonados, y otros simplemente basados en estereotipos, medias verdades, juicios de intenciones, y “cabreos” en general.
Cada cual es muy libre de indignarse por los motivos que considere oportunos. Cuestión distinta es si objetivamente tiene razones para hacerlo. El relativismo de pensar —falsamente— que cualquier opinión es válida, defendible y digna de todo respeto, nos ha llevado a olvidar que hay hechos y cuestiones objetivas. La verdad existe y no suele tener mil rostros por mucho que algunos nos quieran hacer pensar lo contrario. El que advierte de intentos de manipulación debería ser nuestro primer sospechoso.
No obstante, no es sobre un supuesto derecho al “pataleo” —supuesto, porque si a los niños no se les consiente, ¿por qué sí a los adultos?— en lo que quiero centrarme y realizar una breve reflexión. O más bien, una pregunta.
viernes, 6 de julio de 2012
¡Cuidado con lo que deseas...!
Considera el Foro de la Familia totalmente inaceptable que el Tribunal Constitucional en España no se haya pronunciado aún sobre el recurso contra la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo (ley del aborto) cuando se acerca el segundo año de su entrada en vigor. Y tienen razón. Pero yo no tendría prisa en que el Tribunal se pronunciase.
Y es que, desde hace mucho tiempo —por se generoso y no decir desde el principio— el Tribunal Constitucional no ha sido otra cosa que un instrumento al servicio de los partidos políticos, convirtiéndose —de facto— en una forma de control parlamentario de la interpretación de las leyes que pudieran realizar los tribunales.
En este país, lo de la separación de poderes nunca terminó de estar claro. Desde la existencia de jueces y fiscales —y sus asociaciones— que abiertamente consideran su labor como políticamente no neutra, hasta las propias fórmulas de nombramiento de los magistrados. Me temo que, por encima de los tribunales de primera instancia la política ha tomado posiciones. ¡Y hay quien no lo ve mal!
Así que, con la actual composición —o descomposición— de un Tribunal Constitucional cuyos magistrados ya deberían haber sido renovados puede que hasta varias veces, casi que mejor que no se haya pronunciado sobre la Ley del Aborto. Lo que por simples cuestiones ideológicas están a favor siguen siendo mayoría.
Ahí está el problema. El Tribunal Constitucional solo debería interpretar la Constitución. Y debería hacerlo desde la forma más neutra posible, alejando de sus decisiones y votos cualquier prejuicio u opción ideológica de sus miembros. Sus magistrados no están para “escribir” una nueva Constitución. Ni siquiera para adecuarla a los nuevos tiempos. Ésa es labor del poder legislativo y, de la misma forma que los parlamentarios no deberían meterse en cuestiones judiciales, los jueces tampoco deben hacerlo en lo legislativo...
Por eso sí se muestra acertado el Foro de la Familia cuando reclama del actual Gobierno el cumplimiento de sus promesas. Las económicas, cualquier persona sabía que su cumplimiento estaba supeditado a muchos factores. Pero la derogación de la última reforma de la Ley del Aborto es de fácil cumplimiento. Basta preparar la ley y llevarla al Parlamento.
Lo peor de todo es que mientras eso ocurre, hay niños indefensos que siguen muriendo.
viernes, 29 de junio de 2012
No lo llame trabajo
No les quiero quitar la ilusión ni a él, ni a sus padre, ni a su madrina, pero es que tengo un sobrino que acaba de hacer las pruebas del “selectivo” —ya sé que ya no se llama así, pero es básicamente lo mismo— y quiere estudiar ciencias políticas, porque aspira a dedicarse a la política. obviamente ya tiene escogida la formación —la del marido de su madrina— y si todavía no tiene carnet es porque es menor de edad...
Que alguien decida dedicarse a la política no es malo. Que alguien que empieza ahora a estudiar una carrera quiera ser político profesional, sí. De personas que viven de la política —es decir, de todos— ya tenemos muchos. Quizá demasiados. Probablemente sería más saludable que uno tuviera su trabajo o negocio y se dedicara vocacionalmente a eso de gestionar la cosa pública, admitiendo incluso que pudiera compensarse económicamente su dedicación a estos asuntos.
Considerar la política una profesión, un trabajo, una forma de buscar el sustento y costearse los “lujos” de una vida de bienestar, no nos ha traído nada bueno. La “profesionalización” de ninguna vocación lo ha hecho nunca. Y no va a hacerlo.
viernes, 22 de junio de 2012
Disculpe, pero necesito pensarlo
Hoy me van a perdonar si más que un “disculpe, pero no” es un “disculpe, pero necesito pensarlo, porque es que no termino de tenerlo claro”. Ya sé que un título así es un poco más largo y menos impactante. Llevo ya varias semanas dándole vueltas. Así de espinosos son los temas que quiero proponerles para que reflexionemos juntos, que en el fondo, es de lo que se trata. Yo, en voz escrita, y ustedes con oídos lectores. Verán cómo, de alguna manera, todos están relacionados.
Comenzaremos con Italia. En el segundo de los terremotos que afectó al país el pasado mes de mayo falleció un sacerdote, en la localidad de Revoreto, mientras inspeccionaba junto a dos bomberos los daños en su iglesia y trataba de recuperar una imagen de la Virgen, muy querida por sus feligreses. Una réplica inesperada hizo que se desplomase una viga sobre Iván Martini, nombre del fallecido. Y a mí me asalta la duda: ¿ese sacrificio valía la pena? ¿Recuperar la imagen de la Virgen, por muy venerada y querida que ésta fuera, valía la vida de un hombre de Dios?
A priori les diré que soy de los que piensan que no existe ni una sola causa en el mundo por la que merezca la pena matar, y probablemente sólo una —con diferentes variables— por la que valga la pena morir.
viernes, 15 de junio de 2012
¿Empleados o súbditos?
Leo la entrevista a la directora comercial de un “grupo líder en selección especializada de personal” para empresas, realizada con motivo de la presentación de la “Guía Salarial 2012” que recoge los resultados de “encuestas a más de 6.000 profesionales y 1.000 empresas de nueve grandes sectores de la economía española, de las que el 48% eran nacionales y el 52% multinacionales”.
El titular no tiene desperdicio: “Los empresarios valoran ahora más la lealtad que la motivación”. A bote pronto: ¡así nos va! O también: ¿y ahora se enteran? O ambas...
Cuenta Steve Wozniack —el co-fundador no tan conocido de Apple— que el gran mérito de Steve Jobs era conseguir involucrar y motivar a cuantos trabajaban con él de tal forma que eran capaces de conseguir lo que ni siquiera se atrevían a pensar que estaba a su alcance o se podía hacer. La motivación que contagiaba Jobs era el propio proyecto.
Miren dónde está Apple hoy —tampoco se va a quedar ahí toda la vida— y todo lo que ha sido capaz de hacer —por mucho que se empeñen sus detractores— a lo largo de la historia de los últimos 36 años. Y comprueben cómo el declive de la compañía —entre 1991 y 1998— que casi la lleva a la quiebra se produjo cuando Jobs abandonó las tareas de dirección y fue despedido de su propia empresa.
¿Conclusión rápida? El éxito o el fracaso de cualquier tarea o proyecto depende de la valía y motivación de aquéllos que lo llevan adelante, y la función de cualquier equipo directivo es cuidar de que ambas condiciones estén presentes.
viernes, 8 de junio de 2012
Despedidos
Se trata de una teoría que nunca ha dejado de estar presente, ya que tiene su origen en, probablemente, el pecado capital universalmente más extendido: el egoísmo. Según leo en El Mundo, un grupo de científicos la ha vuelto a rescatar en la revista Nature...
A cuenta del cambio climático y la conservación del planeta, y aderezada con algunas medidas razonables y de sentido común, han vuelto a culpabilizar al ser humano —concretamente al crecimiento de la población mundial— de todos los males, incluido el futuro fin del mundo, al menos tal y como lo conocemos. Incluso se atreven a poner fecha al “punto de no retorno”: el año 2045.
Para mí, de verdad, todas estas teorías catastrofistas tienen un “punto” que me anima. Si se cumplen en esos plazos no voy a tener que preocuparme por mi jubilación, ni por quién cuidará de nosotros cuando no podamos valernos. ¡Y eso es solo medio en broma, desgraciadamente!
viernes, 1 de junio de 2012
Bueno y mejor
Quiero presentarles dos buenas iniciativas hoy. No. No se han equivocado. Creo que son dos buenas ideas, capaces de dar buenos frutos, pero que podrían ser mejores. así que, aunque sea con la boca más pequeña de lo habitual, disculpen, pero no.
El pasado fin de semana un total de 15 empresas —bueno, algunos de sus empleados— competieron en la V edición de los “Torneos Interempresas Contra el Hambre” organizados por la ONG “Acción contra el Hambre”.
Se trata de una competición deportiva (fútbol, pádel, golf y carreras) en la que las empresas participantes aportan una cuota que oscila entre 1.000 y 6.500 euros por inscribir a sus equipos. Gracias a éstas, se han conseguido 40.000 euros para proyectos de lucha contra la desnutrición de la asociación, lo que equivale al tratamiento nutricional necesario para salvar la vida de 1.000 niños, según datos de la ONG.
viernes, 25 de mayo de 2012
Coche no es una unidad de medida
El título quizá les parezca largo y que no tiene demasiado sentido, pero créanme, lo tiene...
En su último informe (pueden ver la noticia, por ejemplo, aquí, o descargarlo completo), UNICEF destaca que, cerca de 2.200.000 niños españoles viven por debajo del umbral de la pobreza y que la infancia se ha convertido en el colectivo más afectado por la crisis económica en nuestro país.
Es innegable el impacto de esta crisis en la sociedad y en las familias españolas. Al menos, en algunas, porque tendrán que reconocerme que esta crisis es bastante “rarita”. Hace pocos días, el presidente de Telefónica —no sé si en un ataque de optimismo para infundir esperanza, o de alienación total de la realidad— venía a decir que la cosa no está tan mal como nos parece. ¡Caray! Lo del optimismo puede ser difícil de explicar para los más de un millón de hogares con todos sus miembros en paro.
Pero hay algo de cierto en lo que César Alierta —el de Telefónica— decía. Y por eso lo de la crisis “rarita”. Y es que a quien le han ido mal las cosas lo está pasando fatal, pero para los que hemos tenido la suerte de conservar nuestro trabajo la cosa está más o menos igual. Existe un miedo generalizado, sí. Es cierto que no nos damos tantas alegrías, pero aún nos las damos. ¿Se han fijado cuánto smartphones hay en este país? Más que en cualquier otro de Europa. El de Telefónica lo sabe bien. Quizá de ahí sus palabras. Y no hablo de ricos, sino de clases medias que incluso —según los parámetros de UNICEF— pueden hasta vivir debajo del umbral de la pobreza. Y aquí es cuando llega el momento de explicarles el titular.
viernes, 18 de mayo de 2012
Tirones de orejas
Siempre lo digo, y casi nunca cumplo: no quiero extenderme en ninguno de los temas. Además, dado que voy a hacer doblete en esta casa —de blogs— a partir de ahora con el estreno hoy de “Lo que el bit esconde”, además de la columna semanal que escribo en el periódico PARAULA, voy a tener que acostumbrarme a escribir menos y más rápido. O eso, o contratar a un negro.
Vayamos al grano...
Primer tirón de orejas, a la Junta de Andalucía que, según esta información ha bloqueado las ayudas que tenía comprometidas con Cáritas “para mantener el funcionamiento de centros de acogida de personas sin hogar así como los destinados a la reinserción de presos a su salida de la cárcel”, mientras que no ha tenido problemas para mantener las partidas destinadas a partidos políticos, sindicatos o subvenciones al cine andaluz...
Segundo tirón de orejas, a Cáritas. Obviamente, no por lo que hace, sino porque me parece que hubo un momento en que se perdió —de alguna forma— su espíritu de entidad que se financiaba principalmente —casi en exclusividad— con fondos privados (donativos en su mayoría). Ya sé que es discutible lo que voy a decir a continuación, y no del todo justo, pero tómenlo como un toque a la reflexión: cuando Cáritas empezó a admitir mayores cantidades de dinero de las administraciones públicas —y la obra social de las Cajas de Ahorro, en cierta medida, lo son— para proyectos sociales, lo que hizo fue convertirse en una entidad prestadora de servicios por cuenta de la Administración. Sí. Durante un tiempo se han podido prestar unos servicios y mucha gente se ha beneficiado, pero ahora que ya no hay dinero público, hay que cerrarlos.
viernes, 11 de mayo de 2012
Profetas
Ayer escapé por los pelos de una lección de democracia real y participación ciudadana.
Un grupo de no más de veinte jóvenes —tuve tiempo de contarlos mientras duró el disco rojo del semáforo, lo prometo— decidieron cortar, sin previo aviso, una céntrica calle de seis carriles. Cuando les alcancé a ver ya habían detenido a un autobús de línea con todo su pasaje. Gracias a la moto pude pasar cuando el semáforo cambió, pero los coches a mi alrededor no tuvieron tanta suerte. De verdad que si no valorara mi tiempo en mucho más, me habría gustado quedarme cinco minutos para contestar al líder vociferante de la manada.
Y es que quizá yo mismo caiga en ese error una y otra vez. Quizá haya personas que piensen que, en este blog, lo que se hace es precisamente eso. Pero hay pocas cosas que me molesten más que alguien intente darme lecciones sobre ciertos temas. Personas que hablan sobre lo que no conocen como si fuesen expertos en la materia y sus palabras sentaran cátedra. Personas que se atribuyen superioridades morales o éticas al expresar sus opiniones.
El joven líder en cuestión —lo cierto es que su voz era la única que se escuchaba— entonaba cual profeta bíblico algo así como en una letanía machacona y reiteradamente: “No es democracia y no lo veis; es dictadura y no lo sabéis”.
viernes, 4 de mayo de 2012
Sueldos
Los españoles solemos mentir sobre cuestiones económicas. No sólo a Hacienda, también entre conocidos. Y depende del contexto, solemos pintar nuestro estado financiero mucho mejor o mucho peor de lo que es realmente. Pero déjenme contarles una historia real que, aunque pueda encerrar cierta exageración, no deja de ser trágicamente posible.
Es la historia de una limpiadora, una empleada de una de esas empresas que se encargan del mantenimiento de oficinas públicas y privadas. Para estas últimas, resulta más económico contratar los servicios de esas empresas que tener limpiadoras en nómina. Económicamente puede ser más que justificable.
El problema es que esta mujer, mayor y viuda, se dedica a realizar suplencias. Es decir, ni siquiera tiene un contrato permanente con la empresa de limpieza, sino pequeños contratos temporales cuando hay bajas o sobrecarga de trabajo. La mujer tiene dos hijas. Una de ellas, la pequeña, todavía estaba estudiando en la Universidad, pero ha tenido que dejar de hacerlo: o se ponía a trabajar o perdían la casa. La hipoteca, ya saben.
Quizá la mujer exageraba, pero entre las tres dice que ingresan mil euros al mes. La verdad es que incluso siendo el doble la situación clamaría al cielo. Pero es que tienen suerte. Tienen trabajo. Casi dos millones de hogares en este país no tienen nada.
viernes, 27 de abril de 2012
El riesgo de vivir demasiado
"Vivir hoy más años es un hecho muy positivo que ha mejorado el bienestar individual. Pero la prolongación de la esperanza de vida acarrea costos financieros, para los Gobiernos a través de los planes de jubilación del personal y los sistemas de Seguridad Social, para las empresas con planes de prestaciones de jubilación definidas, para las compañías de seguros que venden rentas vitalicias y para los particulares que carecen de prestaciones garantizadas".
Con estas palabras, comienza el FMI el resumen sobre su informe El impacto financiero del riesgo de longevidad. Si no fuera por la que está cayendo...
El mismo Fondo Monetario Internacional que insiste en recortes, recortes y más recortes (que no digo yo que no haya que hacerlos) se acaba de dar cuenta de que se podría estar subestimando el incremento en la esperanza de vida, lo que provocará que cuando los trabajadores actuales comiencen a jubilarse, no haya suficiente dinero para pagarles.
¡Menuda novedad! En 1984 una catedrática de Economía del Derecho, y posteriormente ministra socialista de cultura, ya explicaba en clase la insostenibilidad del sistema de Seguridad Social. Incluso había quienes se atrevían a poner fecha para la quiebra: 2013. Es una suerte —si nos fiamos de los mayas y los agoreros de turno— que el mundo se vaya a acabar en diciembre de este año, porque si no...
viernes, 20 de abril de 2012
Esos locos bajitos
Recuerdo mi primera experiencia en un vuelo transcontinental. Si dijera transoceánico sería la primera y la última, pero siendo entre continentes puedo hacerme la ilusión de haber viajado más. El caso es que doce horas en la cabina de un DC-10 de Iberia se me hicieron interminables. Comer tres veces a bordo, y salir a la una del medio día y llegar a las tres de la tarde gracias a los cambios horarios, son momentos que tardan en olvidarse.
Pero si alguien se lo pasó “pipa” en aquel vuelo medio vacío fue la poco más de media docena de chavales que se “fumaron” las horas jugando a indios y vaqueros —o cualquier otra variante— entre las enormes filas vacías del avión.
Al paso que vamos, esta imagen se va a terminar...
Vivimos en unos tiempos en los que los niños molestan, incordian, incomodan. Lo hacen desde antes de nacer contraviniendo deseos, planes, opciones. Lo hacen después de nacer impidiendo trabajos, oportunidades, ascensos. Lo hacen cuando crecen y obligan a gastos, condicionan vacaciones y acortan los viajes.
viernes, 13 de abril de 2012
No es para eso
Que existen grupos que se dicen cristianos —y hasta católicos— que apoyan el aborto en base a un derecho de libre elección no es ninguna novedad. Lo que sí resulta novedoso es la iniciativa de utilizar la oración a Dios para esta causa. Como lo oyen. O mejor, como lo leen.
El Humboldt County Clergy for Choice, una de estas asociaciones de clérigos por la libertad de elección, con el apoyo de la International Planned Parenthood Federation (un grupo de unas 800 clínicas donde además de ofrecer educación sexual realizan “interrupciones de embarazos”), ha lanzado en Estados Unidos una campaña de 40 días de oración —como contrapeso a las que desde hace años organizan los grupos pro-vida— para rezar “por las mujeres para quienes un embarazo no es una buena noticia, para que sepan que tienen opciones”, o para que las gestantes no escuchen a los “violentos” —sic— pro-vida, para que los médicos abortistas puedan realizar su labor sin miedo a problemas legales, o para que los estudiantes de medicina aprendan a realizar abortos “seguros y saludables”.
Personalmente, no me cabe en la cabeza que un cristiano pueda manifestarse a favor de acabar con la vida de otra persona, haya o no nacido... Pero querer implicar a Dios, a través de la oración, me parece increíblemente tan despreciable como inútil. Dudo que el Dios del Amor y de la Vida escuche ni una sola de estas oraciones.
viernes, 30 de marzo de 2012
Los fracasos de la huelga
No se engañen por el título, porque no dice exactamente lo que parece decir, sino algo muchísimo peor...
A estas alturas habrá quien estará convencido del éxito o del fracaso de la huelga, y nada ni nadie va a hacerles cambiar de opinión. Los datos, los testimonios cercanos y lejanos, la propia experiencia... Todo está ahí para quien quiera verlo. Ni voy a intentarlo.
Pero independientemente de quién ganó el pulso, si los sindicatos o el Gobierno, de quién interpreta los datos y qué datos, lo cierto es que toda huelga —y las generales más— son síntomas, escenificaciones y fuentes de fracasos. Viejos y nuevos.
El primero de ellos es el de la voluntad de diálogo. Dos no discuten si uno no quiere. Llegar a una huelga significa que, en mayor o menor medida, ninguna de las partes quisieron ceder para llegar a un acuerdo. En algún momento —con razón o sin ella— alguien se paró y trazó una línea que convirtió en dogma infranqueable. A partir de ahí el diálogo es inútil o desaparece.
viernes, 23 de marzo de 2012
Cuando se pierde el rumbo
Cuando un barco pierde el rumbo, pasa lo que pasa. Que queriendo ir a un lugar termina en otro distinto o, lo que es peor, perdido o en el fondo del mar. Algo así les sucede también a las sociedades y a cada uno de nosotros como personas. ¿qué quieren que les diga? Esta sociedad hace mucho tiempo que parece navegar a la deriva en demasiados aspectos. Probablemente, en algunos de los más improtantes. Les dejo hoy unas muestras con las que, discúlpenme los aludidos, no estoy de acuerdo.
Para empezar, leo en un blog un comentario sobre las declaraciones de don Pascual Sala, presidente del Tribunal Constitucional (esa institución que se pensó para una cosa y que ha terminado siendo utilizada para otras muchas, todas ellas distintas de su finalidad original). Dice este señor que el recurso que presentó el PP contra la “ley del aborto” impulsada por el anterior gobierno socialista, no es urgente. Y dice también que en la agenda de prioridades del alto Tribunal, están antes temas como el de la ilegalización de Sortu o la doctrina Parot.
No seré yo quien niegue la importancia de las dos cuestiones que don pascual señala como prioritarias. Cuestión distinta es que no tenga muy claro, personalmente, que sean materia para el Constitucional. Pero desde luego, lo que sí era y es muy urgente es el tema del aborto. Durante el silencio del órgano que usted preside, don Pascual, ¿sabe cuántos seres humanos han sido eliminados “legalmente”? La defensa de la vida sí es un tema constitucional. Su silencio es cómplice.
viernes, 16 de marzo de 2012
Primaveras y primaveras
He dejado pasar tiempo antes de hablar sobre este tema. Y me gustaría hacerlo desde otro ámbito...
Y es que no quiero abordar la cuestión desde los disturbios, la respuesta policial o la semántica empleada por unos y otros. Reconozco que no me gusta ver a la Policía cargar contra adolescentes, pero tampoco a éstos saltarse la Ley y el orden público sin que dejemos hacer a la Policía lo que debe hacer: restablecerlo. Y tan belicista me suena “enemigo” como “quemar las calles”, “tomar la Mascletà”. o “a sangre y fuego”. O todos, o ninguno. Adolescentes o no, con motivos o no, el derecho a protestar y manifestarse no incluye el derecho al caos, el chantaje o la coacción a toda una sociedad. De verdad, nadie tiene derecho a hacerme rehén de sus reivindicaciones, por muy justas que parezcan o sean. Ni con ley, ni sin ella.
Tampoco quiero acercarme al tema desde los recortes y la (falta de) calefacción. ¿De verdad alguien se cree que los problemas de la educación en España derivan de la temperatura en clase o del recorte en las prestaciones de los profesores? Podríamos tener las aulas a 26 grados y los profesores con nóminas de 6.000 euros y poco o nada mejoraría, excepto sus cuentas corrientes. Construir con presupuestos ilimitados no tiene mérito. Es más, nos acostumbra y predispone a la exigencia (frente al otro) y al derroche. Lo que verdaderamente demuestra la valía de una persona es alcanzar la meta pese a sus limitaciones.
viernes, 9 de marzo de 2012
Dos disculpas y otra cosa
Se acumulan los temas, la verdad. Estamos llegando a un punto en que tendría que escribir a diario. Y puede que varias veces al día. Será cosa de los tiempos crispados y reivindicativos que corren. O del interés de algunos en “quemar las calles”, algo que los valencianos haremos literalmente, como cada año, la noche del 19 de marzo.
En cualquier caso, intentaré ser muy breve y rápido. Primero, la otra cosa. Después, las dos disculpas.
El señor Llamazares ha presentado un nuevo partido político porque piensa que no se puede permitir que el movimiento “indignado” se diluya como un azucarillo. Y por si alguien duda de su carácter “revolucionario”, la imagen del “Ché” ha presidido el acto.
Dice don Gaspar que su nuevo partido pretende superar “dogmatismos”. ¡Menos mal! Más allá de visiones románticas, cuando una revolución —y da igual si está o no justificada— debe imponerse con muertes, a sangre y fuego, mal andamos. En realidad, eso sí es fruto del dogmatismo, don Gaspar. El de la violencia, la intolerancia, la opresión y la coacción, para más señas...
viernes, 2 de marzo de 2012
Voluntariado y trabajo
Existe una fina línea no escrita entre lo que puede ser objeto del voluntariado y lo que debe ser considerado como un puesto de trabajo. El problema es que, entre unos y otros, la línea se ha ido difuminando de tal manera que ahora hay personas que se ganan la vida realizando actividades de voluntarios, y voluntarios que —quizá— se ocupen de cosas por las que se debería pagar un salario a una persona.
La cosa no es sencilla. Y en tiempos de crisis y con cinco millones de parados, menos. Un nuevo proyecto del Ayuntamiento de Madrid ha levantado las suspicacias de sindicatos y empleados públicos. Se trata de una iniciativa que permitiría a las bibliotecas municipales contar con voluntarios en labores de apoyo.
Insisten desde el Ayuntamiento en que ningún voluntario sustituirá a un trabajador. Pero desde el otro lado se argumenta que si esas labores de apoyo son necesarias lo que debería hacerse es contratar a parados para hacerlas. De hecho, en otros municipios los Ayuntamientos están remunerando a parados por realizar trabajos sociales comunitarios. Aunque también se dan casos —recuerdo haber visto algo en televisión, pero no el nombre del pueblo— en los que los vecinos se han organizado para mantener limpias las calles con el fin ahorrar en el presupuesto de limpieza municipal.
viernes, 24 de febrero de 2012
Sin conciencia
No hace mucho recordaba con un buen amigo y mejor persona anécdotas de nuestra juventud. Y en la relajación de pensamiento y palabra que facilita la ingesta controladamente masiva de cerveza (fueron unas cinco, en mi caso tres, a lo largo de toda la tarde, no vayan a pensar...), me decía mi buen amigo y mejor persona que si sentía algún malestar hacia su pasado era por los sentimientos de culpa, sobre todo en cuestiones de moral sexual. Sin llegar a ser unos reprimidos, mi amigo se quejaba del peso de la moral sexual en la que fuimos educados sobre nuestras conciencias.
Unas semanas después leía una entrevista a una actriz española que acaba de estrenar película junto a un “guaperas” aristócrata televisivo, en un suplemento de esos que, en fin de semana, nos regalan los periódicos. Destacaban en la misma una frase, que ahora no recuerdo literalmente, pero que venía a decir que no tenía conciencia de pecado, ni arrepentimiento por ello.
Apenas unos días más tarde descubro un titular de prensa que destaca cómo una ministra brasileña presume orgullosa de haber abortado dos veces y asegura “que hará todo lo que esté en su mano para lograr que las mujeres brasileñas puedan abortar sin impedimento legal”...
viernes, 17 de febrero de 2012
Iglesia e impuestos
Los hay que ya se frotan las manos, que piden la adopción de medidas similares en España. Basta con leer algunos titulares en la prensa, y los comentarios y sesgos ideológicos introducidos en el propio texto de la noticia.
La cosa es que el gobierno italiano ha decidido retirar la exención subjetiva del impuesto sobre los bienes inmuebles (IBI aquí, ICI, allí) a la Iglesia Católica, ante la crisis económica actual y la necesidad de financiación del Estado. Y enseguida, a este lado del mar, leyendo correctamente o no la noticia, han saltado los de siempre —conocidos y anónimos— solicitando medidas similares y, de paso, criticando a la Iglesia y sus supuestos privilegios y riquezas...
Dejaré de lado con rapidez señalarles a estos señores que un servidor, como muchos otros, somos Iglesia Católica (que es algo más que una estructura o institución) y que, como grupo, pagamos “religiosamente” nuestros impuestos, incluido el IBI.
viernes, 10 de febrero de 2012
En nombre de Dios
Me sorprendió un titular de prensa la pasada semana: “Obama: ‘Jesucristo subiría los impuestos a los ricos’".
Conociendo cómo funcionamos los periodistas y los medios, es probable que la frase resulte más llamativa y escandalosa de lo que fue, dentro de su contexto. No obstante, es evidente que el presidente de EEUU aludió a Dios para justificar su intención de aumentar los impuestos a las rentas altas. No es algo nuevo. A lo largo de la historia siempre han existido “avispados” que han declarado solemnemente que Cristo era socialista, y hasta comunista...
No seré yo quien ponga en duda que, en la situación de crisis actual, el sector público en todo el mundo no tiene dinero y necesita obtener ingresos. Es evidente. Cuestión distinta es dónde está la “pasta”, porque alguien debe tenerla. Tampoco seré yo quien niegue que una forma de aumentar los ingresos es incrementar los impuestos y reducir los gastos, aunque éstas no son ni deberían ser las únicas medidas a adoptar. Tampoco me atreveré a responsabilizar de todos nuestros males a los grandes gestores públicos y privados, aunque algo de culpa deben tener. Por acción u omisión. Probablemente no parezca una buena idea darles más dinero a los mismos que no supieron administrarlo y gestionarlo adecuadamente...
viernes, 3 de febrero de 2012
Justicia ¿tonta?
No es que quiera insultar, pero es que no encontraba otro calificativo. Podría haber probado con otros términos como “sinsentido”, incoherente, sorprendente, ilógica... Pero es que ninguno de ellos terminaba de reflejar la realidad. Si me proponen uno mejor lo modifico inmediatamente.
Leo en prensa que un juez francés —lo de menos es la nacionalidad porque me resultaría creíble algo similar en casi cualquier país— ha condenado a Google a indemnizar con 500.000 euros a una empresa de mapas y geolocalización francesa, e incluso a pagar una multa de 15.000 euros al Estado, por ofrecer sus servicios de mapas y geolocalización de forma gratuita.
Como lo oyen. Condenada por ofrecer gratis sus servicios de mapas a cualquier usuario de Internet. ¿El argumento? “El hecho de que Google Maps sea gratuito para las empresas rompe las reglas de la competencia”. ¡Toma ya! Si alguien ofrece más barato un servicio —la gratuidad es eso llevado al extremo— es competencia desleal.
viernes, 27 de enero de 2012
Justicia democrática
Les prometía la semana pasada —como hacían Tip y Coll sobre el gobierno— hablar de la defensa que desde algunos sectores se hace de la “justicia democrática” en el contexto de los tres juicios que se siguen en el Tribunal Supremo contra el juez Garzón.
Los tiempos han querido que, desde entonces, nos hayamos enfrentado a otros dos temas judiciales de enorme transcendencia mediática: el veredicto del jurado popular sobre el “caso Camps” y la anunciada y extensa reforma de la Justicia anunciada por el titular del ministerio, Alberto Ruiz-Gallardón.
Sinceramente, me aburre y hastía la desinformación, juicios paralelos y hasta la capacidad adivinatoria de algunos para conocer intereses y voluntades ocultas. Y sobre todo, me produce comezón que no se respeten las reglas del juego o que éstas pretendan cambiarse una vez iniciado o al terminar el mismo con un resultado no apetecido. Es como si hacemos una carrera y concluida decidimos que la medalla de oro es para el último clasificado. Eso sí es una estafa.
viernes, 20 de enero de 2012
Fornicación o justicia
Me debato entre dar caña a unos o a otros...
La pasada semana ciertos medios de comunicación —y las asociaciones de siempre— se hicieron eco —para criticar, por supuesto— de un escrito del obispo de Córdoba en el que señalaba con el dedo a los propios medios de comunicación y al sistema educativo de fomentar la fornicación entre los más jóvenes. Esta misma semana han intentado volver a la carga diciendo que el obispo todavía no ha rectificado...
¡Ni va a hacerlo! Porque aunque es cierto que no son todos los medios ni a todas horas, ni todo el sistema educativo, lo cierto es que estoy plenamente de acuerdo con él. Hay más culpables, pero estos dos son innegables.
viernes, 13 de enero de 2012
No es falta de educación
Hoy mismo ha saltado a los medios de comunicación. Por primera vez la Filarmónica de Nueva York tuvo que interrumpir un concierto ante el sonido insistente de un móvil en el patio de butacas. Y encima, desde la primera fila...
En realidad no es la primera vez que esto ocurre —lo de sonar un móvil en un momento inadecuado— y en muchos otros lugares y contextos. Incluso durante celebraciones litúrgicas. Ni los funerales se libran. A veces, incluso, es el móvil del propio celebrante el que suena.
Es común pensar que el gesto de no apagar o silenciar el móvil es una cuestión de educación —mala—por parte de la persona. Sin embargo, yo no estoy del todo de acuerdo. Es cierto que puede existir un componente educativo, pero yo creo que es más un problema de concepción de la vida, del concepto de hombre y de sus relaciones humanas que son mucho más profundas que unas simples reglas de cortesía y trato.
viernes, 6 de enero de 2012
"Good enough"
Quédense con la expresión porque se está poniendo de moda. Al menos, en lo referido a lo tecnológico.
Traducido, vendría a ser algo así como la calificación de un producto como “suficientemente bueno” para las necesidades del usuario o comprador. Y no me negarán que, en ese sentido, parece ser un argumento acertado. Recién abiertos los regalos de Reyes y encarando la cuesta de enero, más de uno pensará que quizá podría haberse ahorrado algún que otro “capricho”, o haber escogido una opción, quizá con menos prestaciones a las que puede que nunca llegue a sacar partido, pero sí más barata...
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